Acústicas del poder

2020

Póster con el que participé en el 19 Festival Internacional de la Imagen (Manizales, Colombia), realizado a partir de un ensayo ilustrado sobre el sonido y el ejercicio del poder.

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El ensayo ilustrado del que surgió este póster nace de una pregunta que me hago desde hace años: ¿qué relación hay entre el ejercicio del poder y lo sonoro? Quizás mi interés al respecto se deba a un corto abandono a “manos” de una máquina incubadora al que fui sometida al nacer, debido a una prolongada apnea neonatal, típica de niños prematuros (no mi caso). Si escuchando la voz de la madre se inaugura en el ser el primer espacio de sentido, imaginemos qué tipo de sentido se inaugura en el alma de un ser pequeñito al pasar sus primeros ocho días con sus noches en compañía del rumor de la máquina, mezclado con alaridos de abandono y hambre, y con vaya uno a saber qué otros espantos que hicieran parte del paisaje sonoro hospitalario (en el peor sentido del término) de finales de los años ochenta.

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|| escuchar--emitir ||

Dos acciones que se generan mutuamente, a la vez naturaleza y cultura. Con ellas, para ellas (haciéndolas posibles) un sujeto que escucha y un objeto que [re]produce sonido. Propongo etonces que la escucha puede ser:

ATENTA o EVIDENTE: legitimando, intimidando, comprendiendo.

FURTIVA: espía o expandida, invisible, lejana.

CONDICIONADA: mediante la censura o la coerción(qué, cómo, cuándo, dónde).

AUSENTE: por su imposibilidad impuesta externa o internamente.

Algunas veces no escuchar es también un acto voluntario o autoimpuesto: evitar la propia escucha. Para ello, distintos mecanismos: huir/irse, apagar, distorsionar, enmascarar con sonidos propios o externos, interrumpir, cumplir con lo que el sonido reclama, taparse los oídos.

En cuando a la emisión y sus posibles formas, propongo una clasificación que combina fuentes, contextos e intenciones:

EMITIR_YO: cuerpo, entre_cuerpos, cuerpo_espacio, voz.

EMITIR_HERRAMIENTA_O_INSTRUMENTO: música, ritual, trabajo.

EMITIR_GEO / EMITIR_BIO: vegetal, mineral, animal.

EMITIR_ARTEFACTO: tecnologías de reproducción y otras.

EMITIR_OFICIAL: regímenes de legitimación.

EMITIR_ARMA / EMITIR_MIEDO: diseñar para el miedo, el daño o el dolor.

EMITIR_FURTIVO / EMITIR_RESISTENCIA: tomar, ocupar, invadir.

Emitir de forma persuasiva, voluntaria, involuntaria, impositiva, censurada, condicionada, imposible (no emitir). Mediante la emisión: Afirmar, negar, enmascarar (sonar_más_que, reemplazar), callar, manipular (editar), amenazar, amedrentar, informar, advertir, convencer, encantar (las sirenas, El flautista de Hamelin), pedir, molestar, exigir, expresar, causar daño, controlar, violentar.

Desde tiempos prehistóricos el ser humano ha aprovechado el vínculo entre el sonido y el espacio. La emisión se ha ubicado en lugares cuyas características plásticas y geométricas modifican las cualidades acústicas para, por ejemplo, exaltar, permitir la escucha democrática, espiar o guardar secretos.

Asimismo, la voz, la lengua, las formas de comunicarse, se han utilizado como “evidencias” de una condición humana (en contra de lo “no-humano”) y por tanto, como excusa para el ejercicio violento del poder sobre otros. Elementos sonoros como la música o las formas de pronunciación han servido también para generar identificación: nosotros vs. ellos/los otros.

En su libro Aurality, Ana María Ochoa habla de un régimen acústico de verdades: “un nexo poder-conocimiento en el cual algunos modos de percepción, descripción e inscripción del sonido son más válidos que otros en el contexto de relaciones de poder desiguales”. (Ochoa, p. 33) En el espacio público se hacen evidentes esas relaciones. Los emisores y las características de estas sonoridades legítimas, con derecho a ocupar, han cambiado a lo largo de la historia, y diversos movimientos se han hecho escuchar, a pesar de no estar autorizados oficialmente, como acto de resistencia contra la censura y como muestra de descontento colectivo.

El sonido sirve además para incomodar, puede causar daños físicos o psicológicos irreversibles, inducir miedo y generar ambientes de terror colectivo. Al imponerse funciona como advertencia y ejerce violencia, adelantando o haciendo presente mediante el miedo un posible futuro acontecimiento negativo.

Años de prestar auditiva atención me han llevado a observar que en las formas en que suena y se escucha el mundo subyacen lógicas de poder y resistencia que condicionan y moldean las relaciones sociales. No se trata únicamente de discursos, músicas o tecnologías, sino de dispositivos en el sentido amplio del término: redes -atravesadas de diversas formas por lo sonoro que se tienden entre “discursos, instituciones, edificios, leyes, medidas de policía, proposiciones filosóficas, etc.”, en palabras de Agamben.

Al estudiar ejemplos de distintas épocas y lugares del mundo, desde la prehistoria hasta la actualidad, resulta claro que lo acústico puede ser comprendido y estudiado como un elemento importante en el ejercicio del poder. Sus lógicas no son siempre evidentes, pues a menudo el sonido parece un resultado involuntario o una consecuencia inevitable, y se da por sentado debido a nuestra dificultad física para evitarlo. Sin embargo, a lo largo de la historia aparecen muchos ejemplos de su uso deliberado. En este trabajo he buscado desenterrar algunas de estas relaciones para comprender las políticas de la emisión y de la escucha en distintos momentos y lugares.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS